Biografía

Francisco Xavier Balmis y Berenguer

Francisco Xavier Balmis y Berenguer nació en Alicante el día 2 de diciembre de 1753. Fue bautizado tres días más tarde en la parroquia de Santa María.

Su padre, en el Vecindario de 1754 (AMA, Libro-7-8-0/0), aparece censado en el distrito del arrabal de San Francisco, concretamente en la calle de la Balseta, cercana a la Puerta de Elche, en una vivienda compuesta por los siguientes miembros: Antonio Balmis cirujano de 34 años, dos hijos: Tomás Luis (se trata del primogénito del matrimonio, nacido en 1751) y Francisco. Además, Miguel Guillén, aprendiz de 7 años, Luisa Berenguer, su mujer, y una criada. Más adelante, nacerían sus otros hermanos y hermanas (Juan Bautista, 1755 – Micaela Gertrudis, 1758 – Teresa Antonia, 1760 – Josefa Antonia, 1762 – Mª Dolores Josefa, 1764 – Tomás Antonio José, 1765 – Mª Manuela, 1767 y José Francisco, 1769)

Había nacido en el seno de una familia perteneciente al gremio de sangradores-barberos-cirujanos, tanto su padre, como su abuelo y su tío lo eran, por lo que Francisco seguiría la misma tradición.

Formación académica, profesional y experiencia militar

En el año 1770, con sólo 17 años, Balmis ingresa como practicante en el Hospital Militar de Alicante con el objetivo de formarse como cirujano militar. Durante cinco años estuvo aprendiendo las técnicas quirúrgicas y curativas necesarias para la sanidad militar, supervisado por el cirujano mayor, Ramón Gilabert.

En 1775, se embarca con destino al Hospital de Campaña con la Expedición de Argel, comandada por el General Conde de O´Reilly, en el contexto de la política de Carlos III y su lucha contra el enemigo berberisco.

En julio de 1778 obtiene el título de cirujano ante el Real Protomedicato en Valencia. Al año siguiente, Balmis ingresa en el cuerpo de Sanidad Militar y se le destina al Regimiento de Zamora con el que asistirá al bloqueo de Gibraltar y será nombrado segundo ayudante de cirugía.

La labor de Balmis en el desempeño de sus funciones fue reconocida con un ascenso, nombrándole cirujano del ejército en abril de 1781. Después de las experiencias en el Mediterráneo, Balmis junto con su Regimiento, es destinado a América, en una expedición para luchar contra los ingleses en el Caribe. Donde es elegido ayudante primero del cirujano mayor.

En marzo de 1786, es nombrado cirujano mayor del Hospital Militar del Amor de Dios de la ciudad de México, y ese mismo año obtiene el grado de Bachiller en Artes en la Universidad de México.

También por esa época, Balmis envía a la Real Academia Médica matritense un opúsculo titulado Disertación Medico Chirurgica en que se describe la Historia, Naturaleza, Diferencias, Grados y curación de la Lepra, por la que fue nombrado socio correspondiente.

Cuando en 1790, el Hospital del Amor de Dios se une al de San Andrés, Balmis aparece en calidad de director de la Sala de Gálicos de la nueva institución fusionada. Ya ha dejado la milicia encontrándose en calidad de Disperso.

En 1794 Balmis será nombrado Consultor de Cirugía del Ejército. Un año más tarde, se le concedían los honores de Cirujano de Cámara.

En 1798, recibe el título de Bachiller de Medicina en la Universidad de Toledo.

El 26 de junio de 1801, la Gaceta de Madrid se hace eco del descubrimiento de Jenner y su vacuna contra la viruela. Balmis es uno de los mayores defensores de la vacunación. Investiga sobre el tema. Su inquietud le lleva a acercar los nuevos conocimientos científicos a la mayoría de los sanitarios, traduciendo la obra de Moreau de la Sarthe titulada:

 

Años finales  y últimas voluntades

Cuando en 1806 Balmis llega a Madrid tras la Expedición, es recibido como un héroe de la nación y continuará trabajando al servicio de la vacuna. Ya instalado en su casa de Madrid de la calle Valverde nº12, recibe numerosas consultas sobre dudas que se generan en todos los puntos de los territorios hispánicos.

En esta época, Balmis participa activamente en las luchas políticas que se definen en España como consecuencia de la invasión napoleónica. Tras los sucesos del dos de mayo madrileño, se posiciona a favor de la Junta instalada en Aranjuez. Toma decididamente partido contra el recién llegado José I. La represión de los partidarios de los borbones es muy fuerte, Balmis se halla en la primera lista de los proscritos que el nuevo monarca manda perseguir. Sus bienes son confiscados y se ve obligado a establecer su residencia en Sevilla y, más tarde en Cádiz.

En 1809 es comisionado para viajar a México con el fin de evaluar los resultados de la propagación de la vacuna después de la Real Expedición, ya que las noticias advertían que el precioso fluido que preservaba de las viruelas naturales se iba extinguiendo.

A mediados de 1810, se hace a la mar rumbo a Veracruz. En el territorio mexicano, además de supervisar la situación en la que se encuentra la vacuna, colabora activamente en la defensa política de los borbones. Participa como médico militar en las campañas contra los insurrectos en las ciudades mexicanas de Valladolid y Jalapa.

El 10 de octubre de 1810 publica un Reglamento que actualiza los conocimientos que se tenían de la vacuna hasta el momento. Cumplido el encargo que se le había encomendado, vuelve a la Península a finales del año 1812.

En sus últimos años recibe varios nombramientos: es nombrado vocal de la Real Junta Superior Gubernativa de Cirugía, académico de la sección de Cirugía la Academia Médica Matritense, Clavero del fondo de la Facultad de Medicina en representación de la Junta.

Finalmente, morirá en Madrid el día 12 de febrero de 1819.

El reciente hallazgo de las disposiciones testamentarias de Francisco Xavier Balmis (1753-1819), constituye una nueva fuente documental para explorar su perfil biográfico. Balmis redactó un total de cinco testamentos que abarcan el periodo de 1803-1818 y coinciden con momentos cruciales de su vida. Su análisis ha permitido establecer interesantes observaciones que revelan que Balmis supo hacer de la carrera profesional como cirujano militar un instrumento para alcanzar el prestigio social, y desmienten los supuestos sobre un final oscuro. El inventario de sus bienes ratifica su desahogada situación económica y su capacidad para gestionarlos.

  1. El testamento previo a la expedición. 5 de septiembre de 1803
  2. El segundo testamento. 14 de diciembre de 1813
  3. 27 de febrero de 1816
  4. 12 de junio de 1818
  5. 9 de noviembre de 1818